Una galería de arte en la última estación del ascensor del Cerro 18 fue inaugurada ayer por la Municipalidad de Lo Barnechea, como parte de un proyecto para la recuperación de espacios públicos y fomentar la integración urbana en sectores vulnerables.
En el exterior de la galería, el artista español Iker Muro realizó una intervención mediante un mural inspirado en l o s » c o n c e p t o s identitarios» de la comunidad (ver información en A 6). Esto forma parte de la iniciativa «Confluencia», impulsada por el gobierno metropolitano, y que busca unir a las 52 comunas de la región a través de murales que visibilicen los problemas y realidades de los vecinos. Para el alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira, «el Cerro 18 tiene mucho estigma y este proyecto busca romper eso y así permitir a las personas desarrollarse e integrarse.
Transformar esto en un lugar atractivo y, a través de ello, entusiasmar a los habitantes del sector en convertir al Cerro 18 en un punto de encuentro para romper estas barreras sociales y fomentar la cohesión». El objetivo de la municipalidad es convertir al espacio artístico en un lugar de interés para que quienes no viven en el sector lo visiten y así impulsar una mayor integración en la zona. No es el único proyecto en esa línea que ha realizado la municipalidad.
En 2022 impulsó la «regeneración urbana» de la población de Las Ermitas, en donde se han buscado desarrollar espacios públicos para «reconstruir la infraestructura y el tejido social del sector». «Ese es un proyecto muy importante y tenemos un diagnóstico bien hecho que ya está provocando cambios en la comunidad», asegura Lira. Forma parte de un diagnóstico más amplio que se ha hecho transversal entre los expertos: la necesidad de recuperar las comunidades vulnerables con iniciativas de integración. Acceso a servicios Iván Poduje, arquitecto socio de Atisba, destaca el Parque Río Mapocho como el proyecto «más interesante» en esta línea.
Recuerda que esa inversión de cerca de $100 mil millones busca conectar a las comunas de Quinta Normal y Cerro Navia con el resto de los parques de la ciudad mediante la ribera del río y considera la construcción de plazas, anfiteatros y otros espacios públicos. También resalta algunos de menor tamaño, como la construcción de viviendas en lugares que estaban abandonados en Quilicura, proyecto similar a uno que se está realizando en Bajos de Mena, en Puente Alto. Además, menciona el trabajo de la Fundación Fibra en Cerro Navia, que creó un centro de emprendedores para los residentes del sector. «Los proyectos exitosos se basan en la mantención. Hacer plazas y canchas no tiene sentido si se van a abandonar. La gracia del Parque Río Mapocho es que se va a mantener en el tiempo con seguridad e iluminación. Tenemos cientos de lugares públicos abandonados, eso no sirve», afirma Poduje.
El expresidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano Sergio Baeriswyl cree que lo más importante cuando se realizan proyectos de integración social es asegurar el acceso a servicios como transporte, educación y salud a los sectores vulnerables.
En esa línea destaca iniciativas como el barrio Maestranza en Santiago, Alto Tobalaba en La Florida y Alto Mirador en la Región de Los Lagos. «Si nosotros queremos regenerar los barrios, tenemos que dar garantía de un buen equipamiento urbano con acceso a servicios y a un buen transporte público, aunque sea a escala vecinal. Son componentes urbanísticos básicos e irrenunciables», comenta el arquitecto. Proyectos habitacionales La importancia de la construcción de proyectos habitacionales es inseparable del fenómeno de la integración urbana. Así, una de las iniciativas más recientes que es vista con buenos ojos es la construcción de la Villa Panamericana. E l a r q u i t e c t o R i c a r d o Abuauad, decano del Campus Creativo de la U.
Andrés Bello, señala que «la Villa Panamericana se inserta en un sector en el que no se había logrado el desarrollo urbano previsto y realmente este proyecto es el que le termina de dar un aliciente a la zona que se usará para viviendas sociales.
Eso suma eficiencia y estrategia en un terreno bien localizado y conectado con el metro, además de bien diseñado arquitectónicamente». El decano de Arquitectura de la UDD, Pablo Allard, agrega el caso del proyecto urbano habitacional de La Platina, que se está construyendo en terrenos que eran del Estado y, según señala, no solo considera la edificación de viviendas, sino también un diseño del entorno.
Eso sí, advierte que para que estos proyectos se mantengan en el largo plazo, «la clave es la cohesión social y romper las barreras de desconfianza; más que ingeniería social, creemos que esto va a marcar un camino a una sociedad más justa y compartida».