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Guetos criollos: el derecho a una ciudad justa

Ese fue el nombre de un seminario internacional que contó con la participación del ex alcalde de Bogotá y ex candidato presidencial de Colombia, Antanas Mockus, quien explicó los alcances del revolucionarios cambio urbano y social a la capital de ese país. En la oportunidad además se dio cuenta de […]

Ese fue el nombre de un seminario internacional que contó con la participación del ex alcalde de Bogotá y ex candidato presidencial de Colombia, Antanas Mockus, quien explicó los alcances del revolucionarios cambio urbano y social a la capital de ese país. En la oportunidad además se dio cuenta de la realidad de los guetos en nuestro país, en los que vive más de un millón de chilenos con techo, pero con mínimas condiciones de subsistencia.

por Francisco Mardones

Como en todo el mundo, las ciudades de nuestro país se siguen expandiendo. Algunas hacia arriba, pero otras, la mayoría, hacia los costados, hacia las afueras de los límites urbanos.

El desafío está en que estas ciudades no terminen convirtiéndose en espacios impersonales, sin identidad y sin respeto hacia las personas.Algunos están acostumbrados a un entorno rico en áreas verdes, prados y parques, mientras que otros, la mayoría, deben habituarse a grandes bloques de cemento con árboles que ni siquiera alcanzan a dar sombra.

No dejan de ser impactantes los resultados de un estudio encabezado por el académico de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Universidad Católica, Iván Poduje, quien recorrió el país de Arica a Punta Arenas para descubrir cómo viven los chilenos en los guetos criollos, espacios habitacionales creados por el Estado, donde hay hacinamiento, pero no hay escuelas, hospitales ni seguridad.

Guetos en Chile

Según el estudio, en total, un millón 684 mil chilenos viven en viviendas sociales que conforman 700 barrios que se caracterizan por recibir una población superior a los 10 mil habitantes en terrenos pequeños, en los que todos sus moradores comparten el mismo nivel de pobreza y donde no tienen acceso a los servicios básicos antes mencionados.

Son dignos de mención en la región Metropolitana el sector de Puente Alto y La Pintana, que en unas pocas poblaciones (El Castillo o Bajos de Mena, por ejemplo), con una extensión territorial pequeña, se concentren más de 260 mil personas, el equivalente a la población total de Talca, capital regional del Maule.

Pero no solo en Santiago se dan estos fenómenos. Según el profesor Iván Poduje, llama la atención que en zonas inmensamente productivas en sentido económico, como Copiapó, Calama o Antofagasta se presenten situaciones similares como la de esta última ciudad, que en el sector de La Chimba Alto viven más de 60 mil personas.

De hecho, las ciudades con guetos más densamente poblados son Copiapó con un 32 por ciento de su población hacinada y Arica con un 27 por ciento; seguidas de Talca, La Serena-Coquimbo y Coyhaique.

La situación, según indica Poduje “es preocupante”, pues “en 15 ciudades las zonas gueto coinciden con los sectores calificados como peligrosos, según Carabineros. Estas ciudades no solo son equitativas, sino que genera problemas sociales mayores como violencia, deserción, desesperanza”.

El experto señala categórico que “si Chile no resuelve esta realidad, no puede aspirar a ser un país desarrollado”.

Otros problemas de la ciudad actual

Las ciudades hostiles en nuestro país no solo se caracterizan por este punto, pues en el Santiago urbano y otras ciudades, podemos ver cómo el espacio para las personas se ha ido reduciendo cada vez más, para privilegiar la comodidad de los automovilistas y el transporte público, lo que perjudica a peatones y ciclistas.

En este aspecto, es importante la experiencia bogotana al conformar un nuevo concepto de ciudad. El ex alcalde de Bogotá y ex candidato presidencial de Colombia, Antanas Mockus, de visita en Chile, participó en el Seminario “El derecho a una ciudad justa”, en el que comentó las claves del cambio de la capital colombiana.

Mockus partió de la premisa de que “las ciudades son como quieren ser” y en el caso de Bogotá fue la ciudadanía la que tenía el ánimo de protagonizar un cambio radical. Por eso, aceptó un alza en los impuestos, con el fin de financiar una serie de medidas que ayudaron a mejorar la seguridad, la eficiencia en la entrega de toda clase de servicios y el transporte, entre otras cosas.

Según Mockus, la labor principal fue impulsar un proceso de educación y concientización social entre las personas en el que se potenciaron cualidades como el altruismo, el respeto y la aceptación social, mediante campañas publicitarias y otras medidas que buscaron alertar a la ciudadanía respecto de la necesidad de un cambio.

“El derecho a la vivienda supera al de ciudad justa”

Desde el gobierno, el subsecretario de vivienda y Urbanismo, Andrés Iacobelli, reconoce que en estos momentos la prioridad de la cartera que encabeza la ministra Magdalena Matte es el sector vivienda más que el de urbanismo, y así también lo indica la demanda de la ciudadanía, pues “toda la presión de políticos, vecinos y alcaldes es por vivienda. El derecho de la vivienda le ha ganado por lejos al derecho a una ciudad justa”.

Según el personero de gobierno, los recursos del ministerio tampoco alcanzan para mejorar sustancialmente las políticas de gobierno en la materia, pues intervenir los barrios gueto costaría cerca de “10 mil millones de dólares, lo que equivale al presupuesto de varios años para la cartera”.

Aún así, Iacobelli reconoce: “Yo no estoy seguro si con toda esa inversión lo vamos a hacer demasiado bien. Tenemos algunas experiencias, pero son difíciles. Esa es la parte de la mochila que más cuesta asumir y tiene que ver con cómo como sociedad le damos valor a ese tema”.

Organizaciones imploran más participación

Desde las organizaciones ciudadanas, en tanto, la demanda es una sola: más participación. Pero participación de verdad.

Josefa Errázuriz, presidenta de la organización Ciudad Viva indica que actualmente afirma que hoy la participación ciudadana en cada proyecto de gobierno es una simple “puesta en escena”, pues consiste en revisar el proyecto terminado.

Para la dirigenta, lo ideal sería “ser parte desde el inicio de los proyectos. Creemos que tenemos el derecho y nos merecemos el respeto de las autoridades para que se nos escuchen”, con lo que sería posible impulsar conceptos como el respeto al espacio público para todos.

Según el diputado socialista Carlos Montes, miembro de las comisiones de Hacienda, Economía y Seguridad Ciudadana, es importante que el Estado abra recursos hacia esta necesidad actual urgente.

Además, postula que es necesario implementar un gobierno metropolitano que se haga cargo de este tipo de temas y que cuente con el financiamiento necesario para ello y desde esa base, comenzar a delinear los fundamentos de un nuevo concepto de ciudad más inclusiva, más igualitaria, más altruista, más justa y más digna.