Estudio revela crecimiento de un 37% en campamentos del Gran Valparaíso

VIVIENDA. Análisis de Atisba Monitor da a conocer existencia de «loteos brujos» y disponibilidad de terrenos públicos. En Viña del Mar, Valparaíso, Villa Alemana y Quilpué se reportan alzas.

 

 

Una preocupante situación reveló el estudio “Campamentos v/s sitios eriazos. La paradoja del Gran Valparaíso”, elaborado por Atisba Monitor. Éste indica que en los últimos años la ocupación por falta de vivienda es superior a lo que se ha detectado en años anteriores.

“Observamos un preocupante aumento de los campamentos del Gran Valparaíso. En sólo tres años la superficie urbana que ocupan aumenta un 37% consolidando grandes extensiones bolsones de informalidad en Reñaca Alto y las cumbres de Valparaíso”, precisa el documento.

El director del reporte, el arquitecto Iván Poduje, recalca que la situación pudo ser observada porque “Google Earth actualizó los datos y nosotros lo detectamos. Con eso pudimos tener información del 2019 y el 2018, (y comparado) con el registro Techo 2017 pudimos detectar estos campamentos grandes y muy importantes en avance”.

“El 37% es una cifra muy alarmante y es coincidente con lo que hemos visto en Santiago que tiene menos campamentos, pero igual se experimenta un crecimiento”, acota el experto.

En este sentido, según el estudio, Viña del Mar, Valparaíso, Villa Alemana y Quilpué son las comunas donde se ha experimentado el mayor aumento de asentamientos, siendo la Ciudad Jardín la que tiene más territorio de ocupación: el campamento Manuel Bustos creció en un 11% y en Santa Julia se experimentó un alza de 54 por ciento.

“La comuna con mayor crecimiento en hectáreas es Viña del Mar, donde hay un aumento muy importante en superficie particularmente en el sector de Manuel Bustos norte, Santa Julia, Reñaca y Glorias Navales donde se concentra el 89%”, detalla Poduje.

“Pero –continúa– si lo vemos como taza, como porcentaje, lo que vemos es un crecimiento relevante en Quilpué y Villa Alemana que no lo habíamos visto anteriormente, y eso indica que los campamentos ya se están desplazando al interior del área metropolitana. Es un fenómeno nuevo”.

Esta situación, recalca el arquitecto, “indica que claramente la gente no está pudiendo acceder a los programas de vivienda, pero también estamos detectando campamentos que nunca vimos, que son campamentos muy parecidos a ‘loteos brujos’ en varios casos”.

“LOTEOS BRUJOS”

Los denominados “loteos brujos”, según queda establecido en el estudio, son terrenos en donde “se ven intervenciones con trazados regulares de calles y sitios, probablemente hechos con máquinas, topografía y planos, como las que observamos en Santiago”, pero no existen viviendas.

“Se aprecia que existen muchos sitios con cierres pero sin casas, lo que es una señal preocupante ya que podría tratarse de ‘loteos brujos’ que no necesariamente responden a necesidades de grupos vulnerables, si no que a tomas que son intervenidas por grupos organizados y luego vendidas a terceras personas”, alerta el estudio.

Este tipo de casos se está viendo con mayor preocupación en el sector Los Pinos de Quilpué y el campamento Manuel Bustos en Viña del Mar, donde podrían estar operando bandas criminales encargadas de tomar el terreno en forma irregular y vender a terceros a bajo costo sin existir algún tipo de regulación.

“Con este método se han subdividido grandes extensiones de tierra en México, Brasil, Centro América. Es una modalidad muy complicada, porque obviamente son mafias que se dedican a eso y lo que vimos nosotros en algunos casos, por el trazado de las calles, por la forma en que están delimitados los sitios, pensamos que son este tipo de loteos”, afirma Iván Poduje.

Este tipo de terrenos presenta dos características, de acuerdo a lo explicado por el experto: “El campamento nace por una necesidad urgente de vivienda, pero en un ‘lote brujo’ se puede comprar, cerrar y de a poco se vende. Vimos particularmente en Manuel Bustos norte unos sectores que tenían esa configuración y en el sector Los Pinos de Quilpué algo parecido. Además, se ven recursos para máquinas, para topografía, están bien trazados”.

Poduje agrega que “el posible ‘loteo brujo’ que vimos en el sector norte del campamento Manuel Bustos está sobre terrenos privados y ahí habría que ver la situación, por ejemplo, por qué el privado no pidió el desalojo, o lo ha pedido o no lo han desalojado”.

“Creemos que hay una cosa compleja en esa situación donde, además, se pudo observar que las calles son para autos. Está diseñado para tener auto y eso habla de que es gente que tiene algún recurso, no es tan vulnerable, por eso, es importante que la autoridad ponga atención”, alerta.

VALPARAÍSO EN RIESGO

El estudio, además, da cuenta de un compleja situación en la comuna porteña, donde están creciendo los campamentos en terrenos de alto riesgo, en los que incluso, se han producidos graves incendios como en el camino La Pólvora, sector alto de Valparaíso.

En este sentido, el análisis evidenció “la existencia de calles con anchos diseñadas para la circulación de vehículos, pero en zonas emplazadas cerca de bosques pirógenos, como plantaciones de eucaliptos y pinos, con bajo o nulo control. Estos asentamientos se localizan en el sector Mesana y la parte alta del cerro Jiménez así como el Vergel Alto. Es decir, en sectores previamente afectados por incendios forestales”.

En Valparaíso, “nuevamente estamos viendo avances de campamentos en sectores con quebradas, problemas de remoción, en toda el área de Mesana, Vergel Alto, hacia La Pólvora que son sectores que se prenden con el fuego cuando avanzan incendios de Placilla”, asegura Iván Poduje.

“Ahí el campamento es muy precario como siempre, (pero) el lote es un poco más grande a diferencia del ‘loteo brujo’ que vimos en Viña del Mar. Entonces, nuevamente, vemos que la ciudad de Valparaíso crece en forma muy importante en áreas que tienen pendientes abruptas y están cerca de bosques”, detalla el arquitecto.

Ante esto, hizo un llamado a las autoridades para que en la comuna porteña no se vuelvan a detectar incendios que afecten directamente las viviendas de las personas y, en este caso, de viviendas que se asentaron en el lugar por alta vulnerabilidad. “Después de todo lo que se ha dicho, sigue la situación y preocupa porque por otro lado vemos que el Fisco, el Serviu, tiene sus terrenos botados y la gente no tiene casas”, dice.

TERRENO DISPONIBLES

El preocupante crecimiento de los campamentos se contradice a los terrenos fiscales disponibles para dar solución a la necesidad de vivienda en el Gran Valparaíso. Así lo describe el estudio que da cuenta que el Serviu, la Armada y los municipios tienen propiedades que serían suficientes para terminar con la realidad de los asentamientos.

“El Estado de Chile, incluyendo municipios, Fuerzas Armadas y Carabineros tiene 433 hectáreas urbanas en el Gran Valparaíso, incluyendo Concón. Las comunas de Valparaíso y Viña del Mar concentran, cada una, un 49% de este stock, y el saldo se distribuye entre Quilpué y Villa Alemana con bastante menos tierra”, da a conocer el estudio.

En base a esto, Poduje comenta que existen dos llamados a las autoridades frente a la situación de los campamentos: “El primero es a usar el suelo fiscal botado para destinarlo a la gente sin casa, con prioridad en Serviu”; y el segundo “evitar que campamentos se vuelvan en zonas de riesgo en Valparaíso”.