Estudio detectó más de treintena zonas de Santiago donde existe una potencial mayor exposición de los vecinos.

Sectores presentan una alta vulnerabilidad: Identifican los barrios capitalinos donde el hacinamiento aumenta el riesgo de infección

 

La segregación territorial en las ciudades y la falta de viviendas son un problema que diversas fundaciones, ONG’s y autoridades vienen alertando hace décadas, pero que ha tomado especial relevancia durante la pandemia. Esto porque la cuarentena provocó que las familias deban permanecer encerradas y, en muchos casos, se ha agudizado el hacinamiento. Además de la condición de vulnerabilidad de esta población, expertos plantean que hay una suerte de “círculo vicioso”, ya que existe una correlación entre factores territoriales e índices de contagio por covid-19, al punto que el virus se expande en barrios con mayores niveles de hacinamiento y bajos ingresos.
Evidencia 
Así se explica que las comunas con los índices más altos de contagios cada 100 mil habitantes incluyan, por ejemplo, a La Granja, San Ramón o La Pintana. Sin embargo, un análisis detallado por barrio que realizó la consultora Atisba detectó que el hecho de que zonas como Puente Alto, Maipú o Quilicura no lideren estos índices de contagios no implica que estén exentas de riesgo, sino que son territorios más grandes que muestran diferentes realidades en sus promedios comunales. Utilizando el Atlas Social elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social en 2018, bases de datos de barrios y el Censo 2017, la oficina de urbanismo identificó los 30 barrios con más problemas de hacinamiento, y concluyó que integran una red de 12 agrupaciones de territorios,
que incluso traspasan límites comunales, y que representan focos de covid-19.
El arquitecto Iván Poduje, socio de Atisba, detalla que en esos sectores el riesgo de contagio aumenta debido a la proximidad de conjuntos  habitacionales con hacinamiento. “Son zonas vulnerables que coinciden con antiguos trazados del tren y ríos, que es donde se instalaban campamentos y después se consolidaban”, plantea.Agrega que también hay casos más recientes donde también se ha dado este problema: “Bolsones como Bajos de Mena, San Luis en Maipú, que son súper marcados y enormes… Por eso es importante esta bajada al barrio, porque por comuna no se percibe”. Así, zonas como la población Parinacota, en Quilicura; Los Morros, en El Bosque y San Bernardo; o Santo Tomás y El Castillo, en La Pintana, también figuran entre las más críticas.
La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro, plantea que el allegamiento en la comuna va al alza: “Tenemos una alta tasa de natalidad, las familias son numerosas y vemos que empiezan a vivir de varias familias, generalmente por los hijos”. Respecto de este punto, ejemplifica que en la comuna hay cerca de 48 mil viviendas, pero el Registro Social de Hogares arroja más de 60 mil, por lo que para Pizarro “hay al menos 12 mil hogares allegados”.
Los cités
Otro espacio que ha sido fuertemente cuestionado durante las últimas semanas son los llamados “cités”, que muchas veces no son estrictamente eso, sino que construcciones informales donde se subarrienda a población vulnerable. El alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, expuso sobre esta situación en la comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados. “Proponemos que se cree una figura legal entre (lo considerado como) hotel y cité”, planteó el edil, considerando que así se podría fiscalizar a quienes, a modo de emprendimiento, subarriendan en sus propiedades. “Así se le puede exigir una cantidad de baños por familia, un metraje mínimo y buenas condiciones de habitabilidad”, asegura.