Gabriela Mistral es el nombre de una de las principales avenidas de La Serena, que cruza de sur a norte la ciudad. Como en la capital de la Región de Coquimbo, la conmemoración a la Premio Nobel de Literatura de 1945 se repite en varias ciudades, como Concepción, Temuco o Copiapó, entre otras. De hecho, el nombre de la poeta se encuentra en 25 calles de las capitales regionales del país.

Pese a ello, la proporción de vías que aluden a mujeres es reducida en relación a los hombres.
Según datos de Mapcity, de las 25.632 calles que suman las 16 capitales regionales, un cuarto (6.318) conmemoran a alguna personalidad, de estas, un 83% (5.270) son hombres y solo un 17% (1.048) son mujeres.
“Hay que considerar que hay ciudades que fueron fundadas hace más de cuatro siglos, con calles que tienen la misma antigüedad. Tras la independencia, los nombres de las calles fueron utilizados para promover figuras y valores republicanos. Las mujeres, salvo algunas excepciones, han sido invisibilizadas en este proceso”, explica Carolina Rojas, urbanista y académica del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica.
Por su parte, el arquitecto Iván Poduje indicó que “las ciudades y sus calles son espacios públicos, y las mujeres permanecieron fuera de las esferas políticas y de poder, al menos, hasta principios del siglo pasado”.
“Los nombres de calles no son neutros, responden a una historia que es institucional, y esas instituciones estuvieron ocupadas hasta hace muy poco tiempo exclusivamente por hombres”, agrega Carolina González, historiadora y directora del Centro de Estudios de Género y Cultura en A. Latina de la U. de Chile.
Para la especialista, sin embargo, hay casos en los que estas denominaciones son relegadas por nombres que establecen los habitantes de las ciudades: “La principal calle de Santiago se llamó La Cañada, después Alameda de las Delicias y actualmente se conoce por Alameda”, ejemplifica González.
Las comunas con una mayor proporción de calles con nombres de mujer, respecto del total de vías, son Santiago (8,6%), Copiapó y Rancagua (5,7%) (ver infografía).
“El nombramiento de calles es todavía un ejercicio misterioso, que generalmente recae en funcionarios municipales o en algún planificador urbano, y solo en el caso de grandes avenidas se presta para un debate participativo”, señala Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la U. del Desarrollo.
En Punta Arenas, solo 23 de sus 1.185 calles tienen nombre de mujer, lo que equivale al 1,9%. La alcaldesa (s) de la comuna, Elena Blackwood, explica que el municipio no tiene iniciativas de cambiar nombres de calles a discreción: “el concejo municipal recibe solicitudes de juntas de vecinos o de empresas constructoras de nuevos conjuntos habitacionales, que después evalúa el Consejo de la Sociedad Civil (Cosoc) antes de su aprobación”, explica. La edil puntarenense señala que varias calles en la comuna tienen nombres como Proyectada 1 o Pasaje 2, y que los vecinos ya se acostumbraron a dicha nomenclatura. “Hay barrios con nombres de alcaldes y almirantes, son todos hombres. En la medida en que más mujeres ocupen cargos públicos, eso debería cambiar en el futuro”, indica Blackwood.