Marcas de subdesarrollo
Lejos de ser inocentes manifestaciones sociales o de arte callejero, los grafitis vandálicos profundizan la inequidad y afectan aún más a las zonas carenciadas. Basta de minimizar el problema.
En 1992 se inauguró en el cerro Bellavista de Valparaíso, el Museo de Cielo Abierto, con más de 20 murales de connotados artistas como Roberto Matta, Mario Toral, Matilde Pérez o Gracia Barrios, y rápidamente se transformó en un hito de la ciudad y un símbolo de su denominación como “patrimonio de la humanidad”.
Lamentablemente a los pocos años el museo comenzó a ser vandalizado. Primero fueron transeúntes y turistas que dejaban sus firmas y mensajes, y luego llegaron los “artistas callejeros” que, a diferencia de Matta o Toral, carecían de talento y que, quizás por ello, decidieron saltarse concursos, trayectoria o debate ciudadano. Sencillamente plasmaron sus “obras” sobre las originales hasta producir un daño irreversible en muchos murales. (más…)