En los depósitos podrá operar más de una empresa, y se buscará que los recintos tengan un valor urbano.

Una de las principales falencias que los especialistas observaban en las bases de la nueva licitación del Transantiago era que el proceso no resolvía un atributo clave para que las empresas operadoras pudiesen competir en igualdad de condiciones: la propiedad de terminales de buses en una ciudad con escasez (y, por tanto, alto costo) de paños extensos de terrenos para estos fines.

Hasta marzo, las bases apuntaban a resolver ese déficit con una modalidad de arriendo de terminales. Con la revisión de las bases ordenada por la nueva ministra de Transportes, Paola Tapia, sin embargo, se optó por que estos recintos estratégicos sean de propiedad estatal.

Para ello se comprarán 12 depósitos localizados en diversas comunas de la capital.

«Constituyen un activo estratégico y con esta medida logramos gradualmente ir incorporando y contando con una red de terminales que sean estables, eficientes y que tengan un estándar homogéneo para los trabajadores, particularmente para los conductores», explica Tapia.

Como alternativas, precisa, se barajan la compra directa a los dueños (empresas o privados que le arriendan a alguna firma de buses) o la expropiación.

La decisión se tomará una vez que se escojan los terrenos. El proceso debe estar zanjado pronto, porque estará incluido en las nuevas bases de la licitación, que se adjudican en enero del próximo año, como plazo máximo (un mes más de lo que se definía antes de la revisión).

Modelo de gestión

El urbanista Iván Poduje, miembro del equipo de Espacio Público que hizo una propuesta para mejorar Transantiago, valoró el cambio de foco implementado por Tapia. «Lo recomendamos para aumentar la competencia y evitar que los malos operadores sigan en Transantiago solo por tener los terminales», explica.

Poduje sugiere que el modelo de gestión de los terminales debe ser el de una concesión «a una entidad independiente de los operadores de buses, como ocurre en el puerto terrestre de Los Andes». Al respecto, Tapia dice que, por ahora, «estamos operando porque el Estado sea el prioritario y disponibilice, pero en el futuro obviamente se tienen que evaluar estas medidas y no nos cerramos a la posibilidad (de un operador privado)».

Según Tapia, también se trabajará un modelo de gestión para zonas de regulación de buses.

Asimismo, en el proceso se busca que los nuevos terminales estatales tengan una mejor integración urbana con el entorno. Esto coincide con propuestas ciudadanas, que planteaban que deberían incluir espacios como áreas verdes y cafeterías.

Revisa nuestro Reporte Monitor sobre los terminales de Transantiago