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Una mirada democrática al desarrollo urbano

El arquitecto Iván Poduje tira líneas sobre una visión de Desarrollo Urbano. La ecuación para su éxito involucra factores indispensables, tales como líderes democráticamente elegidos, autonomía de los municipios y regiones más grandes…un desafío pensable al 2020. Arquitecto y experto en Desarrollo Urbano, Iván Poduje, fue uno de los invitados […]

El arquitecto Iván Poduje tira líneas sobre una visión de Desarrollo Urbano. La ecuación para su éxito involucra factores indispensables, tales como líderes democráticamente elegidos, autonomía de los municipios y regiones más grandes…un desafío pensable al 2020.

Arquitecto y experto en Desarrollo Urbano, Iván Poduje, fue uno de los invitados a la discusión y reflexión sobre el tema, en el contexto de la actualización de la Estrategia Maule 2020. Esta Estrategia, ejecutada por la Universidad de Talca e impulsada por el Gobierno Regional del Maule, plantea una mirada colectiva de la región hacia adelante, que requiere necesariamente de un proyecto común, que se materialice en un marco de coherencia para las diversas iniciativas público privadas.De desarrollo urbano, elecciones directas y democráticas, regiones grandes y con líderes legítimos, habló el experto, mirando con realismo, la realidad de las regiones chilenas.

1. Quisiera en principio profundizar en el concepto de Ciudad y de Desarrollo Urbano Sustentable: protección del medio ambiente, dimensión patrimonial, rehabilitación urbano ecológica. ¿Con qué definición te quedas?

“La ciudad se define como un espacio construido, urbanizado, denso, que aglomera muchas funciones sociales, económicas y urbanas. Hay miles de definiciones de ciudad: el más grande invento del hombre, el motor donde se produce el capital humano, donde se crea cultura; por lo tanto yo no me cazaría con ninguna. Diría quizás que las ciudades son cada vez más relevantes y en el futuro lo serán mucho más porque es en la ciudad donde se crea el capital humano y donde se concentra”.

2. ¿Cuán sustentable ves el desarrollo urbano en Chile?

“En relación al desarrollo sustentable, lo que busca es que el crecimiento actual no comprometa el desarrollo futuro de la ciudad y no lo comprometa en tres ámbitos: Uno es la integración social; o sea las ciudades para ser sustentables deben integrar a todos sus ciudadanos y no marginar a algunos por sobre otros. Lo segundo es que tiene que ser ambientalmente sostenible, es decir, que el crecimiento de la ciudad no comprometa la base de sustentación de ella, que es el territorio y los recursos naturales que requiere para funcionar. Lo tercero es el desarrollo económico; que las ciudades sean competitivas, que generen empleo, etc. En suma, el desarrollo sustentable es una ecuación de estas tres variables y la idea es que estén lo mejor equilibradas posible, lo que no siempre ocurre porque siempre se privilegia más la variable económica. Eso pasa en todas las ciudades del mundo. Ahora, cuando los países tienen mayores niveles de desarrollo, dejan un poco de lado lo económico y se preocupan de lo ambiental y lo social…”

3. ¿En que estadio estamos en Chile?

“Yo diría que estamos entrando como en un nuevo estadio en que dado que tenemos más recursos, hemos resuelto carencias básicas que tenía la ciudad de vivienda e infraestructura, estamos en el pie de enfrentar desafíos de mayor calidad y esos desafíos tienen que ver con hacerse cargo de esas dos otras dimensiones. Entonces, estamos partiendo y en una buena situación”.

4. La participación ciudadana es indispensable. ¿Crees que en Chile hacer real esta participación es un deber político y profesional?

“La participación ciudadana es buena y es deseable porque mejora los planes. Los ciudadanos son aquellos que reconocen y que conocen mejor su realidad. Y es fundamental incorporar esa realidad porque enriquece la planificación. De lo que tenemos que hacernos cargo es que esa incorporación sea lo más democrática posible, que no es lo que ocurre ahora. La participación ciudadana como no está institucionalizada es básicamente el juego del más fuerte; aquel que puede gritar más es escuchado y aquellos más débiles o que no se organizan, no son escuchados. Yo diría entonces que la participación es imperfecta y que tenemos que avanzar en que sea primero representativa, que sea vinculante, vale decir que las decisiones que toman las comunidades puedan reflejarse de alguna manera en las definiciones de política y eso no está ocurriendo”.

5. ¿De quien es esa responsabilidad y la de manejar un lenguaje de participación hacia la comunidad, es decir, que se vea, que sea notoria la discusión frente a grandes proyectos urbanos?

“Claramente debe partir del Estado. La planificación reside en el Estado, sin perjuicio –como hemos visto en esta estrategia- de que debe ser consensuada, vale decir, convocante de distintos actores económicos y sociales. Dado que el Estado tiene que cubrir eso, lo que importa son los mecanismos que va a definir dentro del proyecto de ley para que esa participación sea efectiva y vinculante”.

6. Citando a Borja: “El desarrollo urbano se materializa en un programa de obras pero sólo construye la ciudad futura si responde a un proyecto global, conocido, equilibrado y deseado”. En este sentido ¿crees que una Estrategia de Desarrollo pueda dar un marco de coherencia a las distintas iniciativas de desarrollo?

“Cualquier estrategia no es normativa, es sólo indicativa. Por tanto este proyecto de territorio que se está conversando hoy día no necesariamente se va a ver reflejado en las políticas y los planes que el Estado ejecuta para hacer ciudad, y eso es un problema. En segundo lugar, lo que tenemos en la práctica es que hay varias cabezas pensando en el tema de territorio y que no están coordinadas, entonces es muy difícil fijar un proyecto común. Quién lo debe fijar, son las autoridades que están democráticamente elegidas. Los alcaldes o los intendentes, si estos últimos alguna vez son elegidos de esta forma. Cuando ya tienes esa legitimidad, puedes liderar un proceso único y una visión más concensuada y no estas visiones como esquizofrénicas que convergen desde muchas cabezas que piensan en el tema”.

7. Y no desde un ministerio…

“El ministerio es nacional y su función es velar por las políticas en todo el territorio y en todas las escalas. Es bueno que el proceso sea democrático, porque cuando una persona es elegida democráticamente por la comunidad tiene la legitimidad para plantear un proyecto de ciudad y para aglutinar a los actores en torno a ese proyecto. Además, tiene independencia para liderarlo aun cuando genere resquemores incluso con Santiago. Y eso es clave, o si no, vamos a tener siempre visiones de ciudad supeditadas al gobierno central. Por eso los alcaldes son tan importantes, la visión de desarrollo de una ciudad como Talca debe partir del alcalde y con alguna interacción del gobierno central, pero con el liderazgo de él”.

8. Para esa descentralización son necesarios ciertos instrumentos de inversión ¿Cómo ves los mecanismos financieros de los municipios para operar en este sentido?

“Son sumamente insuficientes. Hay algunos municipios muy ricos, cinco o diez del país que pueden hacer planes súper ambiciosos y potentes, pero la gran mayoría no tiene los recursos, y además se le traspasan otras responsabilidades como la educación y la salud. Se requiere una reforma que permita descentralizar los recursos y llevarle tanto a los municipios como a los gobiernos regionales más autonomía en la decisión de los recursos. Una cosa es clara: para planificar tienes que invertir, y si no, todo esto es música. Si no hay inversión todo queda en palabras”.

9. ¿Podríamos hablar de una reforma municipal?

“Podría ser eso. Yo creo que son claves tres cosas: Primero y de una vez por todas, que los intendentes sean elegidos, eso es fundamental. Ningún país desarrollado tiene gobernadores, que es lo equivalente a Intendente, nombrados por el gobierno central. Eso no les da autonomía ni libertad para plantear ideas propias, porque siempre están supeditados a lo otro. Segundo, yo te diría que tenemos que tener regiones más grandes. Lo que hemos hecho en los últimos 20 ó 30 años es dividir cada vez más el país en regiones cada vez más chicas y cada vez más débiles por lo tanto. Lo que habría que hacer es agregar, generar 5 ó 6 regiones en el país con autoridades democráticamente elegidas. Lo tercero, es que los presupuestos centrales, se descentralicen cada vez más. Actualmente a través de los F.N.D.R. tú tienes una descentralización, pero es insuficiente y además la deciden los CORE que no son democráticamente elegidos y además son nombrados por los concejales, lo cual es súper discutible a lo menos”.

10. ¿Qué debiera tener una ciudad para querer quedarse en ella?

“A las ciudades la gente las elige por dos razones. Primero por la oferta que entregan en materia de servicios, educación, cultura. Y segundo, por la calidad de vida. En eso hay mucho por hacer. Nuestras ciudades han resuelto carencias históricas de vivienda, equipamiento, infraestructura, pero no han avanzado mucho en la calidad urbana. Lo que viene ahora es un avance significativo en calidad urbana, que se refleja en proyectos de equipamiento, parques, áreas verdes, remodelación y mejoramiento de las viviendas sociales que fueron construidas hace 20 años y que están en mal estado…O sea, hay un conjunto de acciones que tienen que ir desarrollándose de ahora en adelante para mejorar la calidad de vida y que la gente se quiera quedar en una ciudad”.

11. ¿Ves un desequilibrio entre lo que se avanza en la capital y lo que se avanza en provincia?

“Ahí te diría que hay que reconocer que los presupuestos centrales han invertido más -en proporción- en regiones que en Santiago. Se han hecho grandes transformaciones urbanas en Antofagasta, Concepción, Viña del Mar, que son, en términos relativos, mucho más importantes que las de Santiago. Eso es un buen camino”.

12. Finalmente, si bien una estrategia no es suficiente para ordenar el desarrollo urbano, ¿cuál es el aporte real de una estrategia en relación al tema?

“Definir cuál es la visión que la comunidad y los actores relevantes han decidido, para que las autoridades que sí toman decisiones la consideren. Es básicamente la visión de hacia dónde debe ir la región en función de sus actores relevantes”.