Los santiaguinos están pagando el precio de una planificación urbana deficiente. Pero también están adaptándose. Los ciudadanos, a veces, son más inteligentes que la ciudad.

Por Iván Poduje | Arquitecto, socio de la oficina de urbanismo Atisba

La polémica del Costanera Center puso nuevamente en agenda el complejo panorama que se prevé en materia de congestión. Se estima que si el parque vehicular sigue creciendo al 7% anual, en 2020 la velocidad de circulación podría caer un 30%, lo que implicará una virtual “compactación” de Santiago, ya que el territorio que se puede recorrer en 45 minutos, que es el tiempo de un viaje promedio, se reducirá de 39.300 a 24.400 hectáreas, sacando a un millón de santiaguinos de este radio.

¿Significa que enfrentaremos un infierno del tráfico como Ciudad de México o San Pablo, en Brasil? (más…)